El Miércoles de Ceniza es una llamada que Dios nos hace a la Conversión. Siempre cae el día miércoles.
La tradición del Miércoles de Ceniza nos recuerda una antigua tradición del pueblo Hebreo, que cuando se sabían en pecado o cuando se querían preparar par una fiesta importante en la que debían estar purificados, se cubrían de cenizas y vestían con un saco de tela áspera.
Las cenizas se obtienen al quemar las palmas que se bendijeron el anterior Domingo de Ramos.
Algunas familias tienen la tradición de guardar los ramos del año pasado y llevarlos a la parroquia días antes de esta celebración
Las cenizas nos recuerdan lo siguiente:
El origen del hombre: «Dios formó al hombre con polvo de la tierra» (Génesis 2,7)
El fin del hombre: «hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste hecho» (Génesis 3,19).
En el libro de Job (Job 42,6) las cenizas simbolizan dolor y penitencia. Dice Abrahán:
«Aunque soy polvo y ceniza, me atrevo a hablar a mi Señor» (Génesis 18,27).
Las cenizas nos recuerdan que somos mortales, que fuimos creados del polvo y a él volveremos, por lo cual, debemos aspirar a vivir la resurrección del Señor, como un signo de victoria sobre el mal, el cual no tendría mejor señal para nosotros que la cruz de Cristo (Col 2, 14-15)
La costumbre de imponer las cenizas se practica en la Iglesia desde sus orígenes. En la tradición judía, el símbolo de rociarse la cabeza con cenizas manifestaba el arrepentimiento y la voluntad de convertirse.
El tiempo de cuaresma es un llamado a la conversión y es una invitación a todos los fieles y a los no creyentes a acercarse y cambiar su vida.
No hace falta ser católico para que te impongan la ceniza, es un día de acogida para todos. Sea creyente o no pueden acercarse a recibirlas.
La bendición e imposición de las cenizas tiene lugar en la misa, después de la homilía. En circunstancias especiales, por ejemplo, cuando no hay sacerdote, se puede hacer sin misa, pero siempre dentro de una celebración de la Palabra.
También depende de las culturas de los pueblos, por ejemplo en algunos paises las cenizas se imponen en forma de polvo más hacia el cabello que en la frente, mientras que en otros, se mezclan con un agua bendita hasta formar un pasta y se marca la cruz en la frente.
Las cenizas son impuestas en la frente del fiel, haciendo la señal de la cruz con ellas mientras el ministro dice cualquiera de las dos frases Bíblicas siguientes:
«Acuérdate que eres polvo y en polvo te convertirás», o
«Conviértete y cree en el Evangelio».
El ayuno es completamente obligatorio. Consiste en hacer solo una comida al día o privarte de algo ese día a lo que realmente estés muy apegado.
Para profundizar más acerca del tema del Ayuno puedes consultar nuestra publicación:
La abstinencia de comer carne para este día es obligatorio a partir de los 14 años de edad. El Canon #1251 de la Iglesia Católica nos dice:
«Todos los viernes, a no ser que coincidan con una solemnidad, debe guardarse la abstinencia de carne o de otro alimento que haya determinado la Conferencia Episcopal; ayuno y abstinencia se guardarán el Miercoles de Ceniza y el Viernes Santo».
El miércoles de ceniza es una oportunidad para renovar nuestro deseo de revisar nuestro comportamiento, y prepararnos para recibir a Cristo Resucitado. Nuevamente se nos brinda la oportunidad de caminar hacia el perdón y el arrepentimiento sincero, donde nos revisamos interiormente.
El signo de las cenizas refleja nuestro deseo externo de querer crecer en el amor de Jesús. Asiste este miércoles de ceniza a tu parroquia más cercana para que realices el acto de la imposición y comiences cuaresma con arrepentimiento.