El vocero del Arzobispado potosino, Tomás Cruz Perales, confirmó aquí la postura de la iglesia católica dictada por el Papa Francisco en torno a la homosexualidad, señaló que “de ninguna manera es un delito y nadie en la sociedad la debe condenar”.
Recordó sin embargo que la iglesia sí considera a la homosexualidad como un pecado, pero fue tajante al pedir respeto irrestricto a quien ejerce una preferencia de dicha naturaleza.
“Si es un pecado, pero la Iglesia también practica la caridad y la misericordia, y éstas tienen que ver con la aceptación de todas las personas sin distingo de cualesquiera de sus elecciones, en convivencia en paz y con respeto a todos”, sostuvo.
El vocero de la Arquidiócesis pidió así mismo, no estigmatizar a los creyentes católicos cómo un sector contrario a la homosexualidad, “estamos conscientes de que para muchos no es fácil aceptar dicha condición humana pero no es exclusivo de nuestros feligreses”.
Reiteró que si existía alguna duda en torno a las personas homosexuales, el Papa ya dejó en claro en pedir que no se les condene, porque no cometen ningún delito y se debe respetar a quien tenga esa preferencia.
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