La Presa de San José tiene más de dos años que el lirio que se encuentra en sus aguas se ha apoderado por completo de toda su superficie, y es hasta estos días que las autoridades simplemente no quieren intervenir para regresarle ese aspecto más amigable con la naturaleza, con el paisaje y con sus visitantes, que, con todo esto, los potosinos siguen asistiendo a esta zona emblemática de la ciudad.
La apatía por parte Interapas han hecho de este problema una verdadera crisis de salud que en unos años se verá reflejada en el bienestar de los más de un millón de habitantes de la zona metropolitana de la capital.
A pesar de los millones de pesos que invirtió dicho organismo operador del agua, durante la gestión de Xavier Nava Palacios, en un supuesto proyecto para limpiar y prevenir la aparición de lirio acuático en la presa de San José, la presencia de esta planta sobre las aguas de este lugar revelan el evidente fracaso del organismo y el desperdicio de invaluables recursos que bien podrían ser empleados para atender las demandas y necesidades de los potosinos.
Oculta INTERAPAS informes sobre millonario proyecto en la Presa de San José
En el primer semestre de 2020, el Interapas anunció la implementación de un proyecto integral para remover el lirio que existía en la presa. En un inicio, se informó que este plan tendría un costo estimado de cuatro millones de pesos, sin embargo, con el paso del tiempo se dio a conocer que el costo final se había incrementado de manera considerable.
Especialistas en el tema han comentado que la planta acuática es altamente tóxica para el vital líquido, por lo que prácticamente ha acabado con la fauna del lugar al evitar la circulación del oxígeno e impedir que los rayos del sol ingresen más abajo de la superficie del agua. Así mismo, los científicos consideran que purificar todo el agua tendría un costo muy elevado y cada vez es más difícil.
Sin embargo, hay que señalar que los gobiernos y los fraccionamientos no son los únicos culpables. Entre el lirio, hay basura, botellas de plástico y vidrio que las personas lanzaron al agua, basura que han dejado quienes visitan y no presentan tampoco interés en preservar el lugar.