La diputada local plurinominal de Morena, Lidia Nallely Vargas Hernández, enfrenta acusaciones por nepotismo, amenazas y violencia laboral en contra de su propia suplente, Gabriela de Jesús González Viera, a quien, además, le exigiera una parte de su sueldo como requisito para mantenerla activa en la nómina del Congreso del Estado.
González Viera ingresó como trabajadora del Poder Legislativo haciendo funciones de asesora de Lidia Nallely, quien, por cierto, era su cuñada ya que era pareja sentimental de su hermano. Si bien, durante los primeros meses no se tuvo problema alguno, poco después, la legisladora le comentó que, a manera de requisito para mantenerse activa en el Congreso, debía aportarle un porcentaje de su sueldo, mismo que debía entregarse en efectivo. Al negarse a tal cosa, comenzó a hostigarla, amenazarla y humillarla públicamente.
Expuesta a constantes agresiones, Gabriela decidió renunciar, pero lejos de encontrar paz, comenzó un calvario pues, por diversos medios, la diputada continuó con el hostigamiento y las amenazas al grado de que logró retener su cheque de finiquito, reiterándole que no se lo entregarían si, previamente, no accedía a darle más de la mitad de la cantidad que le correspondía como liquidación. El hecho, incluso, quedó evidenciado en la grabación de una llamada telefónica.
Meses más tarde, fue citada en el Congreso del Estado, donde le dieron ahora sí su finiquito y le afirmaron que no tenía por qué darle dinero a la diputada. Denuncia que a partir de este momento comenzó un acoso judicial en contra de Gabriela González y su familia, pues al día siguiente de que recogiera su dinero, le llegó una notificación donde decía que la diputada Lidia Nallely Vargas Hernández, la denunciaba por amenazas.
El acoso no se detuvo ahí, puesto que, al mismo tiempo, según afirma Gabriela, su hermano, que en ese entonces era la pareja sentimental de la diputada, así como trabajador del Congreso del Estado bajo la autoridad de Vargas Hernández, decidió terminar su relación con ella, por lo que ésta última le quitó las llaves de su casa y con ello la oportunidad de llevarse sus posesiones personales. Y para darle el tiro de gracia, lo denunció por maltratos y fue detenido, todo esto, sin notificarle previamente que era objeto de investigación.
Finalmente, Gabriela González Vera afirmó tener aún más miedo que al principio por lo que responsabiliza directamente a la diputada local, Lidia Nallely Vargas Hernández, de cualquier cosa que le pase a ella o a su familia.
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