La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, propuso este jueves la celebración de una reunión entre los cancilleres de América Latina en enero, con el objetivo de abordar los retos migratorios ante la llegada del nuevo mandatario de Estados Unidos, Donald Trump. La propuesta se enmarca en los esfuerzos por continuar la cooperación regional en temas de migración, especialmente en lo que respecta a las causas que generan este fenómeno.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum reveló que, el lunes pasado, sostuvo una conversación con la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, quien ocupa la presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). En esa llamada, ambas mandatarias acordaron la necesidad de dar continuidad a la cumbre sobre migración celebrada en Palenque en octubre de 2023, durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. La reunión de enero, según la propuesta, tendría como fin profundizar en cómo cooperar entre los países de América Latina y el Caribe para abordar la migración desde su raíz, a través de la solución de las causas subyacentes.
«Planteamos la idea de que en enero se pudieran reunir los cancilleres de diversos países para hablar del tema de migración y de cómo cooperamos entre los países de América Latina y el Caribe», destacó Sheinbaum.
A su vez, la presidenta reiteró su postura frente a las posibles deportaciones masivas prometidas por Trump, un tema de preocupación en México dado el alto número de mexicanos entre los 11 millones de indocumentados en Estados Unidos. Sheinbaum insistió en que su gobierno continúa trabajando para asegurar que la repatriación de migrantes se realice de forma directa con los países de origen, sin que México sea un punto de tránsito. En este sentido, subrayó que México mantiene conversaciones con otras naciones para que reciban a sus deportados de manera directa.
Aunque se mostró preocupada por las políticas migratorias de la administración entrante en Estados Unidos, la mandataria mexicana reafirmó su compromiso con una relación positiva con el nuevo presidente, Donald Trump. «Vamos a tener una buena relación con el presidente Trump, como lo tuvo el presidente López Obrador, y haremos lo que esté en nuestras manos para mantener una relación de cooperación», declaró.
El tema de las deportaciones y la migración continúa siendo un desafío crítico para México, especialmente por el impacto económico que representa, ya que las remesas enviadas desde Estados Unidos constituyen cerca del 4% del Producto Interno Bruto (PIB) mexicano. Según estimaciones, en 2024 las remesas alcanzaron un récord de 65 mil millones de dólares.
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