Mientras los agremiados de la Coordinadora del Movimiento Amplio Popular (Cmap) claman por apoyo ante el Palacio de Gobierno debido a su precaria situación económica, su dirigente, Miguel Ángel Wong Soto, disfruta de un estilo de vida ostentoso en Argentina.
De acuerdo con denuncias, Wong Soto se ha entregado a placeres como banquetes de cortes finos y costosos vinos, mientras sus compañeros enfrentan graves carencias económicas y solicitan ayuda para sobrevivir.
La situación ha generado indignación entre los miembros de la Cmap, quienes acusan a su líder de malgastar recursos y dar la espalda a las necesidades de la organización, evidenciando una desconexión total con la realidad de sus agremiados.
La opulencia de Wong contrasta con el panorama de pobreza y desesperación de quienes representan la base del movimiento, lo que ha desatado cuestionamientos sobre el manejo de recursos y su compromiso con la causa social que debería abanderar.