«Que se aplique le ley como a cualquier ciudadano, aunque se trate de mi hermano y que sean los ministerios públicos, los jueces, los que decidan. No hay influyentismo en este gobierno, no hay nepotismo, amiguismo, influyentismo, ninguna de esas lacras de la política».
Con estas palabras, el presidente Andrés Manuel López Obrador, estableció su postura en el tema de su Hermano Pio López Obrador, investigado por los “apoyos” entregados de la mano de David León Romero en contexto de las elecciones estatales de 2015.
Dijo que la transformación sigue firme y no le fallará a México. En respuesta a la pregunta sobre si considera que los delitos ya prescribieron comentó que «No me meto en eso, eso que lo decida la autoridad competente; pero yo no le voy a hablar a un juez ni le voy a hablar a un ministro ni le voy a hablar al fiscal».
Nada ha dañado más a México que la corrupción política. Lo he dicho muchas veces, no es una pandemia, es la peste más nefasta que se pueda padecer. Entonces, cero corrupción, cero impunidad. No voy a proteger a ningún corrupto, no soy tapadera, aunque se trate de mi familia, también ya que quede claro, comentó el mandatario.
De esta manera, Andrés Manuel López Obrador, reafirmó la confianza en las autoridades mexicanas para actuar con autonomía y ejercer la Ley sin importar de quien se trate.
«Bueno, ya es la hora del café con leche con pan», concluyó el Presidente de México.
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