
Ante la ola de asaltos y robos que se ha registrado en los últimos meses en varios fraccionamientos residenciales de la capital potosina en donde, presuntamente, los delincuentes diseñaron sus estrategias de ataque utilizando drones para monitorear la zona y conocer los itinerarios de sus víctimas, vecinos del fraccionamiento Villa Antigua prohibieron tajantemente el sobrevuelo de drones y naves no tripuladas dentro de los límites de esta demarcación.
Por medio de una circular que se distribuyó entre los residentes, se insistió en que, a partir del pasado 16 de octubre se prohibía terminantemente que cualquier persona, fuera vecino o externo, pudiera sobrevolar un dron o cualquier aparato con el que pudiera grabar o tomar impresiones sobre el funcionamiento, la operatividad o cualquier otro aspecto del fraccionamiento.
La asociación de vecinos sostuvo que, en caso de que se llegara a detectar cualquier aparato de esta naturaleza o de condiciones similares volando en los límites del fraccionamiento, se procedería a derribarlo, se resguardaría y se daría parte a las autoridades correspondientes a fin de que inicie las investigaciones correspondientes.
La decisión tomada por los residentes de Villa Antigua se da luego de que circularan varias versiones de que en el Club Campestre, otro exclusivo fraccionamiento de la capital potosina, se utilizaran drones y demás objetos voladores para espiar a los vecinos y poder atacar sus viviendas. Se sabe que en este lugar fueron varias las viviendad atacadas bajo este modus operandi.
Además de los ataques ocurridos en ese fraccionamiento, otros espacios como La Loma Club de Golf, El Pedregal y Rinconada de los Andes, entre otros tantos, también han sido víctimas de la delincuencia, en algunos casos, atacando hasta dos o más residencias en una misma noche. Sobre estos hechos, las autoridades estatales y municipales se han lavado las manos asegurando que es responsabilidad de la seguridad privada vigilar el orden en la zona.