En columnas anteriores hemos hablado acerca de las personas neurotípicas y neurodivergentes, recodemos que ser una persona neurotípica significa que tu cerebro funciona de manera similar a la mayoría de las personas, es decir, dentro de los parámetros considerados «normales» o «típicos» en términos de procesamiento de información, comportamiento, habilidades sociales, regulación emocional, entre otros aspectos.
En cambio, ser una persona neurodivergente implica una diferencia en el procesamiento de información, comportamiento, dificultad en el manejo de habilidades sociales y regulación emocional, son personas comúnmente más sensibles ante estos aspectos.
Veamos algunas de las diferencias que existen entre personas neurotípicas y neurodivergentes.
Neurotípicos:
- Procesamiento sensorial: Procesan la información sensorial de manera típica, sin sensibilidad extrema a estímulos como luces, sonidos o texturas.
- Regulación emocional: Tienen habilidades típicas para regular sus emociones y manejar el estrés.
- Habilidades sociales: Tienen habilidades sociales típicas, como la empatía, la comprensión de señales sociales y la iniciación de conversaciones.
- Pensamiento flexible: Tienen pensamiento flexible y pueden adaptarse fácilmente a cambios en la rutina o planes.
- Memoria y aprendizaje: Tienen habilidades típicas de memoria y aprendizaje, con capacidad para recordar información y aprender de manera secuencial.
Neurodivergentes:
- Procesamiento sensorial: Pueden tener sensibilidad extrema a estímulos sensoriales, como luces, sonidos o texturas, lo que puede causar ansiedad o malestar.
- Regulación emocional: Pueden tener dificultades para regular sus emociones, lo que puede llevar a episodios de ansiedad, depresión o irritabilidad.
- Habilidades sociales: Pueden tener dificultades con las habilidades sociales, como la empatía, la comprensión de señales sociales o la iniciación de conversaciones, lo que puede llevar a sentirse aislados o rechazados.
- Pensamiento rígido: Pueden tener pensamiento rígido y dificultades para adaptarse a cambios en la rutina o planes, lo que puede causar ansiedad o malestar.
- Memoria y aprendizaje: Pueden tener habilidades de memoria y aprendizaje diferentes, como una memoria excepcional para detalles o una capacidad para aprender de manera no secuencial.
Los neurotípicos pueden presentar habilidades y fortalezas cognitivas que los neurodivergentes no tienen, como:
- Regulación emocional automática: Capacidad para regular emociones de manera automática y sin esfuerzo consciente.
- Flexibilidad cognitiva: Capacidad para adaptarse fácilmente a cambios y pensar de manera flexible.
- Planificación y organización: Habilidad para planificar y organizar tareas y proyectos de manera efectiva.
- Memoria de trabajo: Capacidad para retener y manipular información en la memoria de trabajo.
- Atención selectiva: Habilidad para enfocarse en información relevante y ignorar distracciones.
Sin embargo, también los neurodivergentes poseen rasgos cognitivos que los neurotípicos no, como:
- Memoria excepcional: Algunos neurodivergentes tienen una memoria excepcional para ciertos tipos de información, como números, fechas o eventos.
- Capacidad de análisis: Habilidad para analizar información de manera profunda y detallada, lo que puede ser útil en tareas que requieren investigación o resolución de problemas.
- Percepción sensorial única: Algunos neurodivergentes pueden tener una percepción sensorial más aguda o diferente, lo que puede ser útil en tareas que requieren sensibilidad sensorial.
- Hiper foco: Habilidad para enfocarse intensamente en una tarea durante períodos prolongados, lo que puede ser útil en tareas que requieren dedicación y concentración.
- Capacidad de procesamiento paralelo: Algunos neurodivergentes pueden procesar información de manera paralela, lo que puede ser útil en tareas que requieren multitarea.
Pero, a pesar de existir diferencias entre personas neurotípicas y neurodivergentes, es importante saber que solo son etiquetas y clasificaciones, que no definen si alguien es mejor que otro, pero que al conocerlas podemos ser más conscientes tanto de nosotros mismos como de los demás.
Estefanía López Paulín
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