Dificultad para poner atención a las personas. Estar en constante movimiento. Invadir el espacio personal. No entender con claridad las señales sociales y tener crisis emocionales. Todo esto pueden ser señales de TDAH (Trastorno por déficit de atención e hiperactividad) y también del TEA (Trastorno del espectro autista). Además, las dos condiciones pueden presentarse al mismo tiempo.
Entonces, ¿cuál es la diferencia entre el TDAH y el autismo, también conocido como trastorno del espectro autista (TEA)?
El TDAH es una condición a nivel del neurodesarrollo que dificulta la concentración y el tiempo en que se puede sostener la atención, con cierta tendencia al poco control de impulsos y necesidad de movimiento físico.
El TEA es una gama de condiciones del desarrollo neurológico que causan problemas con las habilidades sociales, la comunicación y el pensamiento. Los comportamientos repetitivos también son parte del trastorno del espectro autista.
Rasgos observables en personas diagnosticadas con TDAH:
- Parece olvidadizo, se distrae con facilidad o sueña despierto.
- Parece que no escucha y tiene dificultad para seguir indicaciones.
- Es propenso a crisis emocionales debido a la falta de control de sus impulsos o a la frustración.
- Tiene problemas con la organización y para terminar tareas.
- Le cuesta perseverar en una tarea, a menos que la disfrute mucho.
- Interrumpe a las personas, dice cosas inapropiadas sin pensar y puede tener dificultad con las señales no verbales.
- Está constantemente “en movimiento” o inquieto, y agarra y juguetea con todo lo que está a su alcance.
- Puede que reaccione excesivamente a estímulos sensoriales, como la forma en que suenan, huelen, saben o se sienten las cosas.
Rasgos observables en personas diagnosticadas con TEA:
- Evita contacto visual y/o contacto físico.
- Es propenso a tener crisis emocionales debido a dificultades del procesamiento sensorial, ansiedad, frustración o dificultades de comunicación.
- Se molesta con los cambios en la rutina.
- Tiene problemas con las habilidades sociales.
- Utiliza en exceso movimientos corporales para tranquilizarse (como dar palmadas, balancearse).
- Tiene intereses obsesivos y manifiesta perseveración.
- Puede ser verbalmente avanzado, pero tener dificultad con las señales no verbales.
- Tiene dificultad para entender los sentimientos de otras personas y los propios
Es importante que conozcamos más acerca de los rasgos pertenecientes a cada trastorno y como algunos de éstos se pueden presentar en diferentes condiciones a la vez, por eso la importancia de diferenciar y entenderlos para poder tener más empatía con las personas que tienen estos trastornos.
Estefanía López Paulín
Contacto: psc.estefaníalopez@outlook.com
Número: 4881154435