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La visita a Estados Unidos

– ¡Qué lejos estamos!, suspiró.

– ¿De qué?,

-De nosotros mismos

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ,

LIBRO DEL AMOR Y OTROS DEMONIOS.

La relación de vecindad entre México y Estados Unidos (EUA) siempre ha sido compleja; temas territoriales, económicos y políticos inundan la historia entre ambos países. Sin duda alguna cada tiempo tiene como signo la personalidad del liderazgo político temporal, así como la relación personal entre los mandatarios.

Los mexicanos vivimos un momento singular en nuestra larga transición política, lo que desde luego marca la relación con EUA, si le añadimos las similitudes discursivas y de formas entre los Presidentes López Obrador (AMLO) y Trump, no es de sorprender la visita que hizo el mandatario mexicano. Muchas fueron las voces que señalaron lo innecesario del viaje dado la pandemia y el momento electoral que se vive en Estados Unidos, el desglose argumental creo que sale sobrando pues ya lo hemos oído y leído en todas partes.

El Gobierno de México estaba y está más que claro que la visita del Presidente Andrés Manuel López Obrador beneficia electoralmente –cuando menos con el voto latino/mexicano- a un Donald Trump abajo en las encuestas, claro que había que mesurar el discurso y por supuesto apechugar algunas discordancias recientes; midieron la apuesta y la sacaron bien; el momento por el que cruza nuestro País tanto económico como político vale el punto de hacerle el caldo gordo a Trump.

Anterior a la vista el gobierno norteamericano ayudó y respaldó al mexicano con temas de vital trascendencia como tecnología e insumos médicos para la pandemia, apoyó la política mexicana de mantener la producción petrolera, que digo podrá no gustar la postura, pero en este momento asegurar un peso más de ingreso es “todo el oro de España” para México, el TMEC y apertura crediticia en caso de requerirlo.

En medio de este “nudo gordiano”, había que desmadejar el estambre, tejer fino y los responsables de la operación política de la visita –léase Marcelo Ebrard-, lo hicieron muy bien, lograron sacar los temas álgidos de la agenda, no se tocó migración, seguridad fronteriza, armas, entre mil más.

El discurso de ambos se concentró en la cooperación económica, se subió a la conversación a Canadá efecto de mantener el discurso de arranque del tratado comercial y los beneficios que para los tres países y su población significa, es decir se fortaleció la línea discursiva de cada uno, “primero los pobres” y “América Grande”;  Y dado que en política la forma es fondo el mensaje oficial del Presidente López Obrador  señalo muy claramente que los mexicanos hemos trabajado de la mano de Estado Unidos y lo hemos hecho tanto con Demócratas como con Republicanos.

 

CONCLUYENDO

  1. El tratado trilateral es una muestra de globalización y liberalismo económico
  2. La cena en la Casa Blanca con empresarios y el mensaje del Presidente, así como las intervenciones de los empresarios mexicanos y estadounidenses, dieron visos de certidumbre para la inversión; esperemos que estas señales también se envíen dentro de territorio nacional.
  3. Debemos entender que en las circunstancias por las que atravesamos, la operación política requiere de ejercicios que van de momento a momento, no hay medianos ni largos plazos.
  4. Felicito a todas y todos los abogados en su día, #OrgullosamenteAbogado #UASLP
MUNICIPIO SOLEDAD GRACIANO SANCHEZ
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