El amor puede ser tan increíble como complicado, en las primeras fases de enamoramiento nos sentimos como en una nube, pero con el paso del tiempo, una relación debe trabajarse, pues coexisten diferentes personalidades y las prioridades pueden cambiar. Así pues, con motivo del Día de San Valentín, veamos en qué consiste la Teoría Triangular del Amor y qué tipos de parejas podemos encontrar en la actualidad, pues los cambios culturales han propiciado también la evolución de las relaciones.
¿Sabías que los problemas de pareja suelen surgir a causa de una mala comunicación? En una relación conviven personalidades, intereses y prioridades y, aunque la atracción sea muy fuerte, pueden surgir muchas dificultades a lo largo del tiempo, sobre todo a nivel comunicativo. Por lo tanto, además de querer a alguien desde el respeto, una relación sana implica saber comunicar de forma efectiva y encontrar soluciones intermedias.
Pero, realmente, ¿qué es el amor? Basándonos en la Teoría Triangular del Amor del psicólogo estadounidense Robert Sternberg, el amor está compuesto por la intimidad, la pasión y el compromiso.
La intimidad hace referencia al acercamiento con la pareja, al afecto y la conexión que sentimos con esa persona. La pasión es la excitación y el deseo intenso por pasar tiempo a solas con el otro. Y el compromiso hace referencia a la decisión de estar con esa persona a lo largo del tiempo, manteniendo el amor.
Hoy en día hay muchas formas de querer, lo que da lugar a diferentes tipos de parejas. En algunas solo predomina la pasión, mientras que en otras se alinean los tres componentes mencionados anteriormente. Así pues, veamos qué tipos de relaciones amorosas podemos identificar, según Robert Sternberg y su teoría del amor.
Relación de cariño
En este tipo de relaciones predomina la intimidad, pues hay complicidad y apoyo entre los miembros. No hay pasión ni intención de compromiso, pero son relaciones que perduran en el tiempo, pudiendo surgir el amor completo.
Relación pasional
Como su nombre indica, la pasión entre los miembros es muy intensa, pero no hay intimidad ni compromiso. Se puede considerar como la fase inicial de una relación o simplemente quedarse en relaciones cortas y/o espontáneas.
Relación romántica
En este tipo de relaciones predomina la intimidad y la pasión, la comunicación es fácil y hay un vínculo emocional fuerte. Aunque puede parecer ideal a simple vista, lo cierto es que no hay intención de un proyecto común ni a largo plazo, pudiendo terminar ante una dificultad. Las relaciones típicas de amor de verano son un claro ejemplo.
Relación fatua
En estas relaciones hay pasión y compromiso, pero falta el componente de la intimidad. Pueden darse relaciones en las que haya compromiso debido a la pasión, o aquellas en las que hay dependencia emocional, inseguridad o miedo, desarrollándose una relación tóxica.
Relación plena
Es el tipo de relación ideal, pues hay pasión, intimidad y compromiso. El vínculo entre los miembros de la pareja es único y el reto surge en mantenerlo. Con el paso del tiempo, alguno de los componentes suele perderse, desarrollándose otro tipo de relación.
Relación vacía
El compromiso es el único componente que mantiene este tipo de relaciones, ya sea por motivos económicos, familiares, etc. Es lo que conocemos como matrimonio de conveniencia.
Relación social
En este tipo de relaciones no hay pasión, siendo una forma de amar propia de las relaciones de gran amistad o parejas que llevan mucho tiempo juntas.
Estefanía López Paulín
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