Derivado de un estudio socio ambiental elaborado por el Colegio de San Luis, se registran en la actualidad en la zona metropolitana 125 hornos activos, está investigación determinó que los productores de ladrillos tienen más de 35 años operando en la zona norte de la ciudad generando así un arraigo tradicional a la fabricación del ladrillo.
Es así, que está actividad es la principal generadora de ingresos de las familias de los ladrilleros, que por cierto, son de grupos vulnerables y donde dicho estudio también determinó que lo que hace el precio competitivo del ladrillo es la poca inversión que requiere la fabricación de mismo lo que ha generado un negocio paralelo a tal actividad como es la inadecuada disposición y venta de la basura.
Actualmente en todo Mexico existe un registro de más de 17 mil ladrilleras, lo cual convierte a dicha actividad en uno de los principales problemas sociales y añejos sin resolver, siendo además que la cocción de ladrillos ha sido una de las principales fuentes de abastecimiento del sector inmobiliario y por lo tanto pareciera que la problemática se genera en dos vías , es decir si existe demanda se crea la oferta.
Desde administraciones como la del Ex Gobernador Marcelo de los Santos se iniciaron esfuerzos por reubicarlos en una zona lejana a la ciudad, pero dichos esfuerzos se han dificultado por la misma falta de operatividad y recursos que argumentan los mismos ladrilleros, quienes trabajan en hornos existentes en sus propias casas o cerca de las mismas.
