Su nombre era Damián, tenía apenas 18 años y un sinfín de sueños. Le gustaba bailar, incluso estudiaba para ser bailarín profesional. Sus amigos lo recuerdan como un joven entusiasta, amable y siempre preocupado por los demás. Para sus padres era todo. Lamentablemente, su vida se vio truncada cuando, el 25 de febrero, al desplazarse sobre su motocicleta en la glorieta del Distribuir Vial Benito Juárez, en la capital potosina, fue embestido por un camión urbano. Su muerte fue inmediata.
Ya son más de cuatro meses desde que Damián perdió la vida y, a la fecha, pese a la lucha de su familia para conseguir justicia, el hecho sigue impune pues, lejos de que las autoridades actúen de forma inmediata y procedan contra el responsable, han dilatado el proceso con una larga lista de irregularidades en perjuicio de la víctima y sus familiares.
Mónica, mamá de Damián, explica el suplicio en que se ha convertido el proceso pues en la Fiscalía General del Estado se le ha negado la atención necesaria y los agentes del Ministerio Público han incurrido en actitudes y omisiones que terminan por estancar el caso, aparentemente con la finalidad de apoyar a la empresa Yakis Tourist a la que pertenece el camión urbano que embistió a su hijo proyectándolo contra uno de los pilares del Distribuidor. El golpe fue mortal.
En estos meses y ante la demanda de justicia, la familia de Damián ha sido revictimizada no sólo por las autoridades que deberían ampararlos pues, al mismo tiempo, trabajadores de la empresa los han hostigado en su propia casa a donde acuden de manera frecuente para mantenerlos vigilados.
El tiempo sigue pasando y la muerte de Damián sigue impune. El Ministerio Público ha omitido varias pruebas fundamentales, los peritajes muestran anomalías y la empresa sigue evadiendo su responsabilidad a pesar de toda la evidencia que apunta a una posible imprudencia por parte del conductor del camión urbano.