Juan O’Gorman nació el 6 de julio de 1905, fue un destacado arquitecto y muralista mexicano, conocido por su innovadora fusión de funcionalismo y expresionismo en sus obras arquitectónicas, así como por sus murales cargados de simbolismo y contenido social. Nacido en Coyoacán, Ciudad de México, de padre irlandés y madre mexicana, O’Gorman se convirtió en una figura clave del movimiento modernista en México.
O’Gorman estudió arquitectura en la Academia de San Carlos y comenzó su carrera profesional en los años 1920. Su trabajo inicial se caracterizó por un estilo funcionalista influenciado por Le Corbusier, centrándose en la eficiencia y la simplicidad. Entre sus obras más notables en este período se encuentran las casas-estudio de Diego Rivera y Frida Kahlo en San Ángel, construidas en 1931. Estas estructuras, con sus líneas limpias y formas geométricas, marcaron un hito en la arquitectura mexicana por su ruptura con los estilos tradicionales.
En la década de 1940, O’Gorman se alejó del funcionalismo puro y comenzó a incorporar elementos más expresionistas y orgánicos en su arquitectura. Un ejemplo destacado de esta evolución es la Biblioteca Central de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), concluida en 1952. El edificio, recubierto de un monumental mural de piedra, narra la historia de México desde la época prehispánica hasta la modernidad. Esta obra maestra no solo es un icono arquitectónico sino también un símbolo del patrimonio cultural e histórico de México.
Paralelamente a su carrera como arquitecto, O’Gorman desarrolló una prolífica obra muralista. Influido por Diego Rivera y el movimiento muralista mexicano, sus murales abordan temas sociales, políticos y históricos con un estilo detallado y simbólico. Entre sus murales más importantes se encuentran «La Conquista de la Energía» en la ex Escuela Nacional de Medicina, y «Historia de Michoacán» en la Biblioteca Pública Gertrudis Bocanegra en Pátzcuaro.
Juan O’Gorman también fue un crítico feroz de las injusticias sociales y un defensor apasionado de la educación y la cultura como herramientas de cambio. Su compromiso con estos ideales se refleja no solo en su obra artística, sino también en su vida pública y su participación en movimientos culturales y sociales.
Falleció el 17 de enero de 1982, dejando un legado imborrable en la arquitectura y el muralismo mexicanos. La influencia de O’Gorman se extiende más allá de sus edificaciones y murales; su visión y creatividad continúan inspirando a nuevas generaciones de arquitectos y artistas en México y en todo el mundo.