Jeffrey Epstein nació en Brooklyn, Nueva York, comenzó su carrera como profesor de matemáticas y física en una escuela secundaria. Desertó de la universidad y a los 21 años tomó, por un breve lapso, un trabajo en la prestigiosa Dalton School de Manhattan. A partir de ahí, pasó al mundo de la banca de inversión, uniéndose a Bear Stearns antes de fundar su propia empresa de inversiones, J. Epstein & Co.
A finales de 1980 lo llevó a consolidar su fortuna, aunque todavía siguen sin conocerse los detalles sobre cómo se volvió tan rico, pero se dice que fue resultado de su amistad con Leslie Wexner (el multimillonario y ex presidente ejecutivo de L. Brands), más tarde Wexner diría que se sentía avergonzado incluso de haber estado cerca de alguien que, aseguró, se había aprovechado de él, alguien a quien definió como “tan enfermo, tan astuto, tan depravado”.
Para los 90, ya había logrado acumular varias propiedades singulares, incluida una casa de varios pisos en Manhattan, una mansión en Palm Beach, una finca privada en Nuevo México, un apartamento en París y una isla privada en el Caribe. Durante esa fecha se volvió amigo de personas muy poderosas, incluidos Donald Trump y el expresidente de Estados Unidos, Bill Clinton.
Epstein tenía la vida soñada, pero nadie esperaba que detrás de ese hombre se encontraba una historia desgarradora. En 2005 la policía de Palm Beach inició una investigación por menciones de varias menores que lo acusaban de ofrecer dinero para masajes y actos sexuales. En un acuerdo judicial, en 2008 Epstein se declaró culpable de cargos estatales de prostitución y cumplió 13 meses en prisión. Además, quedó registrado como delincuente sexual y pagó una indemnización a las víctimas identificadas por el FBI.
El millonario permaneció fuera de los reflectores hasta 2018, cuando The Miami Herald publicó una investigación que incluyó entrevistas con más de 60 mujeres que afirmaban haber sido abusadas por el financista. Y fue encarcelado por una acusación federal de tráfico sexual contra docenas de menores de edad, algunas de solo 14 años. Epstein se declaró inocente de los cargos.
El empresario estaba acusado de reclutar a niñas «con el fin de realizar masajes y trabajar en la casa de Epstein”. Según los documentos recién revelados, las menores reclutadas habrían sido entre 30 y 33. Epstein presuntamente les daba dinero a cambio de un masaje en su residencia, algo que en la mayoría de los casos terminaba en un intercambio sexual.
Lo anterior llevo a la captura de Epstein en el 2019 en NY. Luego de que el tribunal le negara la libertad bajo fianza, el multimillonario se encontraba recluido en el Centro Correccional Metropolitano de Nueva York. El magnate fue acusado de traficar con docenas de niñas, explotar y abusar sexualmente de ellas e incluso pagarles para que buscaran a otras adolescentes.
Mientras estaba detenido, fue llevado brevemente al hospital por lo que, según se informó ampliamente, eran lesiones en el cuello, sobre las cuales ni los funcionarios de la prisión ni sus abogados quisieron comentar oficialmente.
En su última comparecencia ante el tribunal, el 31 de julio, quedó claro que pasaría al menos un año en prisión pues el juicio en su contra no se celebraría hasta el verano de 2020, pero en agosto Epstein fue hallado muerto en su celda.