Con un contundente 55.95% de los votos, Javier Milei, economista y diputado libertario de ultraderecha, ha sorprendido al escenario político argentino al vencer a su contrincante oficialista, Sergio Massa, quien obtuvo el 44.04% en el balotaje presidencial. Estos resultados se basan en el conteo oficial avanzado al 86.59% de los sufragios.
Milei, de 52 años, ha generado un impacto significativo en la política argentina con propuestas que van desde la eliminación del Banco Central hasta la libre venta de órganos humanos. Su mensaje ha resonado especialmente entre jóvenes varones hastiados de lo que él llama la «casta política». Durante su campaña, ha capitalizado la frustración de millones de votantes, dejando atónitos a los partidos tradicionales para las elecciones de octubre.
Autodenominado como un liberal libertario, Milei ha expresado su admiración por economistas como Adam Smith, Friedrich Hayek, y el político argentino Juan Bautista Alberdi. En una declaración, afirmó aspirar «a ser un buen discípulo de Alberdi, el gran pensador de la libertad».
En su ideología, Milei considera al Estado como un enemigo y los impuestos como una rémora de la esclavitud. Su programa propone la dolarización de la economía, la eliminación del Banco Central y la eliminación de los ministerios de Salud, Educación y Obras Públicas, que planea reemplazar con inversiones privadas.
Aunque se identifica como un anarco-capitalista, Milei se muestra conservador en cuestiones como el aborto y la educación sexual en las escuelas. Afirma que los únicos derechos que respalda son la vida, la libertad y la propiedad, considerando el resto como construcciones ideológicas.
En sus propuestas, Milei aboga por un programa de ajuste más severo del que propone el Fondo Monetario Internacional, buscando privatizar empresas públicas, arancelar la salud y la educación, y flexibilizar las relaciones laborales.