Con agresiones, hostigamiento y acoso, el alcalde de Matehuala, Iván Estrada Guzmán, ha tomado toda clase de represalias en contra de los trabajadores municipales que hayan apoyado durante su campaña al ahora gobernador del Estado, Ricardo Gallardo Cardona, a quienes, por cierto, ha tachado de traidores y vendidos.
Son muchas las denuncias que coinciden en exhibir los malos tratos y las agresiones de las que fueron víctimas por parte del propio presidente municipal y de sus esbirros quienes, de manera ilegal, espiaron e investigaron a todos los trabajadores del Ayuntamiento, desde las áreas más básicas hasta los niveles más importantes. En todos los casos, bastó la menor relación, algún pariente lejano o una publicación en redes sociales, para que el Iván Estrada considerara que habían trabajado y apoyado la candidatura del Pollo Gallardo.
A estas personas, detallan, Estrada Guzmán los citó en el área de Recursos Humanos y, sin mayor explicación, les ordenó firmar la renuncia porque, aseguró, ya no había lugar en el Ayuntamiento de Matehuala para los traidores ni los vendidos. Señalan que este tipo de prácticas se cometieron con mayor saña en contra de personas de los niveles más bajos en la jerarquía del Ayuntamiento, es decir, aquellos que se dedicaban a la intendencia, que eran barrenderos, mozos y hasta asistentes.
Los afectados señalan que uno de los esbirros más agresivos de Iván Estrada es Alejandro Cázares, quien ya cuenta con una larga lista de denuncias y acusaciones en su contra por abusos, violencia y hasta amenazas de muerte. Precisan que fue este perfil quien amenazó a los trabajadores para obligarlos a renunciar, insistiendo en que ni se les ocurriera buscar apoyo en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social o en el Tribunal porque, en ambas instancias, se hacía lo que él quería, además de que el propio gobernador, Ricardo Gallardo, ya estaba enterado de estos despidos y estaba de acuerdo con que las cosas se hicieran de esta manera.