El gobierno italiano impondrá un toque de queda a nivel nacional y cerrará temporalmente museos y salas recreativas, así como los centros comerciales en días festivos.
El primer ministro, Giuseppe Conte, explicó en una comparecencia parlamentaria las medidas que su gabinete quiere implementar y que someterá a votación en la Cámara de los Diputados y en el Senado, para que después sean aprobadas por el Consejo de Ministros.
En todo el país habrá un toque de queda, que comenzará “a última hora de la tarde”, dijo Conte, sin dar la hora exacta.
Esta restricción a la movilidad podrá ser evitada en caso de justificados motivos “laborales, de estudio, salud o por necesidad”.
El último decreto, que entró en vigor el pasado 26 de octubre, cerró teatros, cines, salas de concierto, gimnasios y piscinas y limitó hasta las 18:00 h locales la apertura de bares y restaurantes.
En esta línea, el gobierno plantea ahora cerrar “museos y exposiciones” y también los “espacios de apuestas y videojuegos”.
Se quiere reducir al 50 por ciento el aforo en los medios públicos locales y limitar “los movimientos desde y hacia las regiones que presentan un elevado coeficiente de riesgo, salvo que se argumenten razones de trabajo, estudio, salud o situaciones de necesidad”.
Italia vive un rápido empeoramiento de su curva
Italia acumula ya 709 mil 335 casos totales de contagio, entre ellos 38 mil 826 muertos, desde el 21 de febrero, cuando comenzó la emergencia a nivel nacional.
El país ha visto cómo su curva de transmisiones se ha disparado en las últimas semanas y el pasado viernes superó los 30 mil nuevos contagios en 24 horas por primera vez en la pandemia.
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