
Más de 400 personas murieron en Gaza tras una serie de ataques aéreos israelíes, informó el Ministerio de Salud palestino. La ofensiva amenaza con colapsar un alto el fuego de dos meses, mientras Israel refuerza su presión para la liberación de rehenes retenidos por Hamas.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ordenó una respuesta militar enérgica tras la negativa del grupo palestino a liberar a los cautivos. El ejército israelí calificó su ofensiva como una «acción preventiva» contra líderes y bases de Hamas.
Los bombardeos alcanzaron viviendas y campamentos de desplazados en diversas zonas de Gaza, y testigos describieron la noche como una de las más intensas desde el inicio del conflicto. Entre los fallecidos se encuentran altos funcionarios del gobierno de Hamas.
Egipto, mediador en el alto el fuego, instó a la contención y a la reanudación de negociaciones. Entretanto, Israel ha reforzado la seguridad en Tel Aviv ante posibles represalias, mientras la escalada del conflicto afecta a otras regiones de Oriente Medio.
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