Israel rechazó el lunes una tregua para permitir la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, donde un millón de palestinos se han desplazado hacia el sur para escapar de los bombardeos israelíes en represalia al ataque de Hamas. La escalada de violencia ha llevado a una situación humanitaria crítica en Gaza, con escasez de alimentos, agua y combustible, mientras los civiles intentan huir hacia áreas más seguras.
El conflicto entre Israel y Hamas se intensificó después de un sangriento ataque palestino en territorio israelí que dejó más de mil 400 personas muertas, incluidos civiles. En respuesta, Israel lanzó una intensa campaña de bombardeos en Gaza y solicitó a los civiles que se trasladaran al sur del enclave. Más de un millón de personas fueron desplazadas en una semana en Gaza, y la situación humanitaria se ha vuelto desesperada.
A pesar de los llamamientos de la comunidad internacional y del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, Israel rechazó la posibilidad de una tregua y continúa con sus operaciones militares en Gaza. El ejército israelí indicó que se abstendría de atacar los corredores de evacuación que conectan el norte con el sur del territorio, pero las condiciones humanitarias siguen empeorando.
La situación en Gaza ha sido descrita como una «catástrofe humanitaria sin precedentes» por la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA). La falta de suministros básicos, incluidos alimentos y agua, ha llevado a una crisis humanitaria inminente en la región. Los intentos de ayuda humanitaria se han visto obstaculizados, y los pasos fronterizos, incluido Rafah en la frontera con Egipto, permanecen cerrados o han sido bombardeados.
La persistencia de la violencia en Gaza y la falta de acceso a la ayuda humanitaria han llevado a una crisis humanitaria sin precedentes en la región. La comunidad internacional ha expresado su profunda preocupación y ha instado a un alto el fuego inmediato para permitir la entrega de asistencia humanitaria a la población afectada. Mientras tanto, la escalada de la violencia en la frontera norte de Israel con Líbano también ha aumentado las tensiones en la región, generando preocupaciones adicionales sobre la seguridad y la estabilidad en Oriente Medio.
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