En un inusual ataque sorpresa, milicianos palestinos de Gaza lanzaron una operación combinada que involucró infiltración, secuestros y una intensa lluvia de cohetes hacia Israel. Este ataque, que incluyó decenas de hombres armados, ha resultado en al menos 100 muertos y cientos de heridos. Las imágenes de los secuestros circulan en las redes sociales, confirmados por Hamas e Israel. En respuesta, el Ejército israelí ha llevado a cabo bombardeos masivos en Gaza, con 198 muertos confirmados hasta el momento.
Este ataque es inédito tanto en su alcance como en su simbolismo. Además, ha desatado la mayor escalada de violencia en la región desde la guerra de 2021, superando el balance de 11 días de enfrentamientos en tan solo un día.
Las autoridades israelíes han declarado el estado de preparación para la guerra y han movilizado a miles de reservistas. Los residentes en localidades cercanas a Gaza han sido instados a quedarse en sus casas y se han cancelado las clases para aproximadamente un millón de niños.
Hamas ha defendido la operación como respuesta a los «crímenes de la ocupación» y los «ataques» a la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén. Mohammed Deif, líder del brazo armado de Hamas, ha afirmado que la operación es más grande de lo que Israel piensa.
Las reacciones internacionales no se han hecho esperar, con Estados Unidos, la Unión Europea, España y otros países condenando el ataque. Egipto ha anunciado contactos intensos para detener la escalada, mientras que Hezbolá y Irán han expresado su apoyo a Hamas.
La situación está en desarrollo y se espera una mayor escalada de tensiones en la región en los próximos días.
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