En medio de los intensos enfrentamientos entre Israel y Hamás, Israel ha anunciado un corte total de suministros básicos, incluyendo agua, luz, combustible y alimentos, en la Franja de Gaza, como medida de presión para que Hamás libere a los rehenes tomados durante el reciente ataque. El ministro de Energía de Israel, Israel Katz, emitió la advertencia, afirmando que estos suministros no se restaurarán hasta que los rehenes israelíes sean liberados.
El corte de servicios esenciales afecta a aproximadamente 2.5 millones de personas en Gaza, dejándolas sin acceso a recursos vitales y dificultando la comunicación con sus seres queridos. Este movimiento drástico se produce después de una serie de ataques armados de Israel en respuesta a los recientes actos de Hamás. Se informa que los ataques han causado la muerte de más de 1,200 personas en Israel, incluyendo cerca de 300 niños, y han dejado a 2,400 personas heridas, la mayoría de las cuales son civiles.
Hasta el momento, no se ha confirmado la cifra exacta de rehenes que Hamás mantiene ni si han cumplido con su amenaza de «un rehén muerto por cada bombardeo de Israel». Mientras tanto, los residentes en Gaza enfrentan una crisis humanitaria cada vez mayor, con infraestructuras dañadas y recursos limitados.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha establecido un gobierno de emergencia con un gabinete de guerra presidido por Yair Lapid, líder de la oposición. Netanyahu ha expresado su determinación de destruir completamente a Hamás, afirmando que cada miembro del grupo es considerado «un hombre muerto».
La comunidad internacional sigue observando con creciente preocupación la escalada del conflicto y ha instado a un cese inmediato de la violencia para evitar más pérdidas de vidas civiles y abordar la crisis humanitaria en la región.
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