Israel informó ayer haber llevado a cabo un bombardeo contra una instalación de Hezbollah en el sur de Líbano. Esto ocurrió un día después de establecerse un alto el fuego con el grupo islamista tras 13 meses de enfrentamientos transfronterizos y dos meses de conflicto abierto.
El ejército libanés, que comenzó a desplegar tropas y tanques en el sur, sin ingresar aún en zonas con presencia israelí, acusó a Israel de violar en múltiples ocasiones el acuerdo de tregua. Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió sobre la posibilidad de lanzar una guerra intensiva contra Hezbollah si el grupo islamista proiraní incumple el alto el fuego. Asimismo, reiteró su compromiso de evitar que Irán adquiera armas nucleares.
Tras el establecimiento de la tregua en la madrugada del miércoles, decenas de miles de libaneses continuaron retornando a sus hogares, de los que se habían visto obligados a huir. Entretanto, el ejército israelí justificó su ataque, argumentando que había identificado actividad terrorista en una instalación de Hezbollah utilizada para almacenar cohetes de mediano alcance. Según ellos, la amenaza fue neutralizada mediante un bombardeo aéreo. Afirmaron además que sus fuerzas permanecen en el sur de Líbano para garantizar el cumplimiento del cese al fuego.
En la plaza de la aldea de Markaba, en el sur de Líbano, dos personas resultaron heridas por disparos israelíes, según reportó la agencia de noticias libanesa NNA. Sin embargo, Hezbollah, el grupo miliciano proiraní, no emitió declaraciones sobre el incidente.
Las tropas libanesas desplegadas en las regiones fronterizas están realizando patrullajes y estableciendo puntos de control, sin avanzar hacia áreas bajo control israelí, informó una fuente militar libanesa a la agencia AFP bajo anonimato. En la localidad fronteriza de Qlaaya, los residentes celebraron la llegada de los soldados con arroz y flores. «Solo queremos al ejército libanés», coreaban los habitantes, mayoritariamente cristianos, mientras ondeaban la bandera nacional.
Por otro lado, el ministro israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, expresó su apoyo a la continuación de las operaciones militares en el sur de Líbano, subrayando la necesidad de mantener la ofensiva en esa región.
