Irán afirmó ayer que tiene el derecho de defenderse tras los bombardeos israelíes lanzados en la madrugada del sábado contra objetivos militares en su territorio. Además, solicitó a la Organización de Naciones Unidas (ONU) la convocatoria urgente del Consejo de Seguridad para examinar esta violación grave y llevar a la justicia a lo que calificó como el «régimen criminal» de Israel, según declaró Amir Saeid Iravani, embajador iraní ante la ONU.
Teherán también acusó a Estados Unidos de complicidad en el ataque, argumentando ante la ONU que los bombardeos israelíes se realizaron desde el espacio aéreo iraquí, a unos 70 kilómetros de la frontera con Irán, y subrayó que ese espacio aéreo está bajo control y supervisión de las fuerzas estadounidenses.
Altos funcionarios estadounidenses comentaron a la prensa que Washington no tuvo participación directa en el ataque. Asimismo, añadieron que la administración de Joe Biden llevó a cabo esfuerzos diplomáticos para que la respuesta israelí fuera proporcional y evitara impactar instalaciones nucleares o petroleras, lo que habría agravado el conflicto, según informó la cadena Deutsche Welle.
A pesar de la advertencia de Israel de que Teherán pagaría un alto precio si decidía responder, el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Abás Araqchí, subrayó que Irán ha demostrado que su capacidad de defenderse no tiene límites.
Israel calificó los bombardeos como «ataques de precisión» dirigidos a instalaciones iraníes dedicadas a la fabricación y lanzamiento de misiles, como represalia al ataque lanzado por Irán sobre Tel Aviv el pasado 1 de octubre. Teherán, por su parte, informó que el ataque israelí dejó un saldo de cuatro soldados muertos y que solo causó daños limitados en algunos sistemas de radar de bases militares ubicadas en las provincias de Teherán, Juzestán (suroeste) e Ilam (oeste).
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