
El aislamiento provocado por la pandemia de coronavirus, la crisis económica que se ha generado, los problemas familiares, la incertidumbre de lo que pueda venir y una larga lista de factores podrían generar serias afectaciones en la salud mental de los potosinos lo que, a su vez, podría conducir a un incremento en el índice de suicidios registrados en toda la entidad.
Desde hace varios años, San Luis Potosí ha figurado entre los estados con la mayor incidencia de suicidios, ubicado siempre por encima de la media nacional. De acuerdo con los registros oficiales, en 2019 fueron casi 220 los potosinos que se quitaron la vida en diversas circunstancias.
Especialistas de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí reconocen que la estadística es mucho mayor al grado de que podrían existir hasta 4 mil personas que, al año, intentarían acabar con su existencia y que, por una u otra razón, no lo logran. Asimismo, señalan que, hasta hace algunos años, el suicidio se presentaba con mayor recurrencia en adultos de más de 50 años o pacientes con enfermedades graves, sin embargo, actualmente, el problema se centra con más frecuencia en el grupo de edad de 15 a 29 años.
Durante los dos primeros meses de 2020, la capital potosina registró 15 suicidios, según reporta la Dirección General de Seguridad Pública Municipal, mientras que la Delegación Estatal de la Cruz Roja señala que, por semana, se atienden hasta dos llamados por este tipo de hechos, mismos que se presentan en todos los sectores de la ciudad y en todas las clases sociales.
Las condiciones tan adversas que se han desprendido de la contingencia sanitaria y la crisis económica se convierten en factores de riesgo para la población en general que podría registrar importantes afectaciones a su salud mental, lo que originaría la toma de decisiones erradas, como pudiera ser el suicidio.