
Aunque los hombres también se estresan, suelen responder de una manera más tranquila a situaciones de amenaza. ¿Cuál es la razón? La respuesta podría estar en los niveles de testosterona, una hormona clave no solo en el desarrollo de características sexuales, sino también en la salud mental y el manejo del estrés.
Según un artículo publicado por la revista Industrial Psychiatry Journal, la reacción ante el estrés depende de factores biológicos y psicológicos. Los hombres tienden a adoptar estrategias centradas en la distracción y actividades que les permiten desconectar del estrés. Esto se debe, en parte, a que poseen niveles más altos de testosterona, la cual afecta la manera en que el cerebro procesa las amenazas y desafíos, reduciendo la percepción de estrés y mejorando la capacidad para enfrentarlo.
Culturalmente, los hombres pueden ser menos propensos a expresar abiertamente sus preocupaciones o buscar apoyo social debido a estereotipos de género que asocian la expresión de vulnerabilidad con debilidad. Por ello, suelen guardar para sí mismos los motivos que los estresan, aunque esto no significa que no lo hagan. Su comportamiento puede volverse más reservado de lo habitual, ya que están acostumbrados a resolver sus asuntos por sí mismos.
Algunos hombres pueden volverse más retraídos, evitando interacciones sociales y buscando soledad para lidiar con sus sentimientos internos. Otros pueden experimentar irritabilidad o cambios en el humor, manifestándose en una menor paciencia con las personas a su alrededor o en situaciones cotidianas.
El estrés también puede conducir a cambios en los patrones de sueño, ya sea insomnio o un aumento en la necesidad de dormir. Además, algunos hombres pueden recurrir a hábitos poco saludables, como el consumo excesivo de alcohol o fumar demasiado, como una forma de manejar sus emociones.
Para ayudar a reducir los niveles de estrés en sus parejas masculinas, se recomienda el ejercicio en actividades como el ciclismo, natación o levantamiento de pesas, que ayudan a liberar endorfinas, contribuyendo a una sensación de bienestar. Mostrar gestos de afecto físico, como las caricias, puede tener un impacto profundamente positivo, ya que promueve la liberación de oxitocina, conocida como la hormona del amor, la cual reduce la sensación de estrés.
Es importante evitar presionarlos con expectativas o demandas excesivas, ya que esto puede aumentar su nivel de estrés. Implementando estas medidas, se puede contribuir a reducir el estrés en esa persona especial y mejorar al mismo tiempo su calidad de vida.
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