
Al iniciar el proceso de enamoramiento y conocer a alguien nuevo, en nuestro cerebro se desencadenan una serie de emociones y hormonas como la oxitocina y la dopamina, que son las encargadas de hacernos sentir con esa sensación de ligereza y paz al estar con las persona amada y que al ver todas las banderas rojas en la otra persona solo las percibamos como banderas.
Cuando la dinámica de la relación empieza estas dos hormonas juegan un papel muy importante durante todo el proceso, siendo que el cuerpo y nuestro cerebro genera una sensación de adicción, el cuerpo y la mente entran en una espiral donde necesita las dosis de oxitocina y dopamina para poder sentirnos bien, por lo contrario cuando no se reciben el cuerpo y la mente entra en un estado de alerta, adormecimiento y depresión, con el que estoy seguro que más de uno nos sentimos identificados.
Otro factor clave en esta etapa es a lo que se conoce como «recompensa dopaminérgica», la cual se relaciona directamente con las muestras de cariño y ternura que se tienen con la pareja, como lo puede ser un beso, un mensaje lindo, una carta, un detalle, mantener relaciones sexuales o una tarde juntos, estos eventos generan dopamina en nuestro cerebro, necesaria para regular las emociones positivas. ¿Pero qué es lo que pasa cuando hay un exceso de esta hormona?
Todo en exceso es malo. Cuando el cuerpo y nuestra mente vive estos subidones de energía y felicidad a los que no estaba acostumbrado es cuando empezamos a llenar los huecos en nuestra vida con esta sensación, cuando descuidamos otras partes y caemos en la codependencia y ensoñación con nuestra pareja. Algo que cuando reviente inevitablemente nos dejará con la sensación de un corazón roto, un corazón vació.
Este sentir se debe a la falta de dopamina y oxitocina que generaba de forma excesiva nuestro cerebro y ahora pasan a ser reemplazadas por la adrenalina y el cortisol, hormonas que nuestro cuerpo genera al vivir situaciones de extremo estrés, ansiedad o tristeza. En casos donde la emoción es muy fuerte se puede llegar a experimentar «el síndrome del corazón roto».
El síndrome del corazón roto es una afección cardíaca que a menudo se debe a situaciones estresantes y emociones extremas. La afección también se puede desencadenar por una enfermedad física grave o una cirugía. El síndrome del corazón roto suele ser una afección temporal. Sin embargo, algunas personas pueden seguir sintiéndose mal después de que el corazón se cure. En ciertos casos se necesita medicación.
Puede que hayamos pintado el amor como algo terrorífico y catastrófico, pero esto solo ocurre cuando basamos el amor en una dependencia dopaminérgica y no en todas las demás áreas y proyectos en los que nos puede hacer crecer una persona, todo debe tener un equilibrio.
Seguiremos informando.