Saqueado, inseguro, endeudado y sin agua deja Xavier Nava la capital de San Luis Potosí, entregando a su sucesor, Enrique Galindo, una herencia maldita, tal como lo hiciera Carreras a Ricardo Gallardo en el Gobierno del Estado.
Lo más grave, al momento, es la crisis de agua que viven miles de potosinos a quienes, Interapas, les abastecía con pipas que, a partir del lunes, dejaron de circular debido a que eran rentadas y el titular del organismo, Ricardo Fermín Purata, las devolvió al proveedor que, al percatarse de la situación, quiso elevar precios.
Las 28 pipas fueron contratadas en el paquete de 220 unidades motoras que contrató Xavier Nava al inicio de su administración, lo que incluía 96 patrullas, motos, camiones de carga y vehículos particulares para uso exclusivo de funcionarios. Purata autorizó que se devolvieran las pipas desde la semana pasada, condenando así a cientos de colonias a padecer por la falta del vital líquido.
Por su parte, Edgar Jiménez Arcada y el propio alcalde, Xavier Nava, podrían ser acusados del homicidio por culpa en el caso de la agente Mayra Elizabeth, ejecutada la madrugada de este 29 de septiembre, mientras cumplía con una orden del jefe de la Policía Municipal, misión a la que fue enviada en su propio vehículo, sola y sin armas porque, las 96 patrullas mismo paquete referido, también fueron devueltas.
Edgar Jiménez Arcadia y Fermín Purata orquestan una crisis que le estallaría en las manos al nuevo alcalde, Enrique Galindo.
Por si eso fuera poco, Xavier Nava le hereda a Galindo una deuda descomunal, debido a que aumentó la nómina en casi el doble, jubiló personas que apenas tenían unos meses trabajando y basificó a un importante grupo de empleados municipales que aún no reunían las condiciones para obtener el beneficio, comprometió recursos para el pago de laudos y dejó proveedores en la ruina por la falta de pago.
Dentro del caos administrativo, apoyado por Sebastián Pérez, el tesorero Rodri Portilla y el director de Desarrollo Social, Óscar Valle, intentaron maquillas las cifras de la entrega a Enrique Galindo, pero, afortunadamente, peritos expertos en contabilidad gubernamental detectaron el gran saqueo a las arcas municipales y, aunque el nuevo alcalde no ha abordado el tema, ha trascendido que habrá consecuencias legales por los desaseados manejos de Nava Palacios.
En Obras Públicas, Marco Antonio Uribe, dejó al desnudo expedientes que revelan la gran corrupción que reinó en este trienio y que incluyó la solicitud de moches y aportaciones a fideicomisos fantasmas que los propios constructores y desarrolladores han denunciado a la nueva administración que asume el cargo este viernes 1 de octubre.
Los funcionarios que concluyen su gestión tendrán que responder administrativa, jurídica y moralmente a los potosinos, si es que son hallados culpables de la comisión de diversos hechos con apariencia de delito, de acuerdo con sus conductas desplegadas como funcionarios públicos en el Municipio.
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