El anuncio de que Laura Elena González por fin dejaba acéfala la mafia cultura de San Luis Potosí causó júbilo entre artistas y creadores que han visto truncado no sólo su espíritu creativo, sino que han padecido el bloqueo que la señora hace en las diferentes salas de exposición artístico-culturales que hay en nuestro estado.
Sin embargo del gusto se pasó a la indignación, luego de que fue la propia Secretaría de Cultura la que anunció que Laura Elena dejaba la dirección del Centro de las Artes para ocupar Dirección General de Relaciones Culturales de la Cancillería, cuyo titular es Marcelo Ebrard.
El nuevo puesto es, todos lo saben, el pago de “favores” de doña Laura Elena al pseudo intelectual Enrique Márquez, a quien mantuvo en la nómina sin producir una sola obra de arte y mucho menos difundir nada. Laura Elena pagó, con el dinero de todos los potosinos, una “Fiesta de Cine” que fracasó, para que la hija de su protegido estrenara un bodrio cinematográfico que pasó de noche.
Márquez es íntimo amigo del ex jefe de gobierno de Ciudad de México, y ahora que Ebrard es el titular de Relaciones Exteriores, llegaron las bacas gordas para el grupo. Uno de los primeros movimientos fue pagar los favores y todo el dinero recibido durante estos años, por lo que Laura Elena fue nombrada directora General de Relaciones Culturales de la Cancillería.
Laura Elena no es artista, si a caso sería difusora del arte, pero tampoco. Dirigió los destinos del Instituto Potosino de Bellas Artes y del Centro de las Artes, pero sólo lo ocupó para beneficiar a su grupo y bloquear al resto.
Durante los años que dirigió ambas instituciones, las que se supondría son generadoras de artistas, no se logró el surgimiento ni consolidación de ni un solo artistas. El Centro de las Artes, que se supone es un centro de perfeccionamiento del arte, pasó a ser un museo donde se dan cursos amateur.
Laura Elena, dejará de ser un parásito del arte potosino, pero pasará a serlo de la Cancillería mexicana.
El presidente Andrés Manuel López Obrador obtuvo más de 30 millones de votos gracias al anunció de lucha contra la corrupción, si eso se lleva a cabo, Laura Elena no duraría mucho tiempo en la Cancillería, pues basta una investigación para saber que no cumple con los requisitos para participar del gobierno del morenista.
