Después de una semana de caos vial por los bloqueos en la capital potosina, iniciada por demandas salariales y de prestaciones sociales de personal de seguridad y custodia, inicia hoy una nueva era en los destinos gubernamentales y aparentemente en paz.
Sin embargo externo que me queda una duda que mata mi existencialismo, escuché los conceptos económicos en reclamo, el tiempo que a esos servidores públicos hicieron esperar, la burla por promesas incumplidas y las acciones que tomarían si persistía la omisión en su perjuicio, pero nadie, ni líderes ni seguidores dijeron porque lo merecían, estadística, metas cumplidas, medición de seguimiento en delitos comunes y de alto impacto, programas en desarrollo, promesas alcanzadas, proyección a corto y mediano plazo, esfuerzos en la prevención y readaptación social por parte de Policías y custodios, capacitación alcanzada por personal de servicios periciales y un largo etcétera, vaya, una razón que justificará la demanda de incrementos y derechos laborales alcanzados.
Ninguna razón se extendió para que comprendiéramos el compromiso, la entrega, dedicación y esfuerzo.
Quiero y respeto a la Líder Adriana Moya, pero es tiempo de ir juntando, reuniendo y ponderando el porqué de las peticiones para poder con la ley y los huevos en la mano exigir con la cara en alto al nuevo Gobierno el trato que se dice se merecen.