La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), se encuentra inmiscuida en un enorme conflicto en San Luis Potosí, luego de que su personal alejara a “Félix”, un cuervo domesticado, de su familia, usando el pretexto de que era un animal que se encontraba en condiciones aptas para vivir en un ambiente silvestre.
Los hechos sucedieron de la siguiente manera: Félix era un animal doméstico que vivía con Diana Batres. El ave no contaba con un dedo de su pata derecha y no estaba acostumbrado a los ruidos fuertes; por lo que un día, una motocicleta pasó cerca de la zona, causando mucho ruido y provocando que el cuervo saliera asustado de su domicilio.
De manera inmediata, su cuidadora difundió en sus redes sociales lo sucedido, pidiendo ayuda a la ciudadanía para dar con el paradero de su mascota. En la publicación, Diana detalló que el ave cotaba con una pihuela en su pata derecha, lo que indicaba que era un animal doméstico.
Su publicación se hizo tan viral que en cuestión de minutos una persona apareció comentando que había encontrado al animal en medio de la calle, por lo que tomó la decisión de llevarlo a la Profepa para su protección. Al enterarse de esto, Diana acudió a la dependencia en busca de su cuervo, llevándose la sorpresa de que el animal había sido liberado en el camino hacia a Armadillo.
El personal “capacitado” de la procuraduría refirieron que una vez que tuvieron al animal en sus manos, procedieron a hacerle unos estudios donde determinaron su estado de salud, estudios que no fueron mostrados a su dueña y que carecen de veracidad pues nunca mencionaron que el ave no contaba con un dedo. Fue este estudio, el que los hizo tomar la decisión de liberar a Félix.
Diana no tardó tiempo en salir a buscar a su ave a la calle, sin embargo, después de seis horas de caminar sin destino alguno, Diana optó por regresar a su domicilio sin su mascota en manos. A esta búsqueda fallida se sumó que la Profepa ni si quiera proporcionó las coordenadas exactas donde habían liberado al ave.
Para sorpresa de Diana, al indagar más acerca del paradero de su mascota, descubrió que la persona que determinó que Félix estaba apto para ser liberado, era ingeniero industrial, contando con un curriculum en el cual solo figuraba un trabajo como inspector de una empresa. Por si fuera poco, Diana también descubrió que la dependencia federal no cuenta con ningún veterinario.
Hasta el momento de la elaboración de esta nota, la procuraduría solo se ha lavado las manos argumentando que “solo hacen lo que está en ellos, ya que están limitados de presupuesto”. Sin embargo, en redes sociales se han difundido diferentes denuncias que señalan que Félix puede estar en el rancho del ingeniero industrial que lo liberó, pues en una ocasión, encontraron a un animal, que también había sido llevado a la Profepa, en aquel domicilio.