La inteligencia artificial (IA) está revolucionando nuestra comprensión del universo, y ahora, un equipo de científicos de la NASA ha dado un paso significativo en la exploración espacial. Utilizando IA, han logrado identificar con precisión la ubicación de los estallidos de rayos gamma (GRB), fenómenos extremadamente poderosos y enigmáticos.
Los GRB fueron detectados por primera vez en 1967 por los satélites Vela, diseñados para monitorear el cumplimiento del Tratado de Prohibición de Ensayos Nucleares. En lugar de pruebas nucleares, los satélites captaron intensas ráfagas de rayos gamma provenientes del espacio profundo, lo que inició décadas de investigación sobre su origen.
Se cree que los GRB se generan a partir de chorros relativistas, haces estrechos de partículas que viajan a velocidades cercanas a la luz. Estos chorros surgen cuando una estrella masiva colapsa o cuando se fusionan estrellas de neutrones. Los GRB son cruciales para la astrofísica porque ofrecen una ventana al universo primitivo, ayudan a comprender los ciclos de vida de las estrellas masivas y permiten probar teorías de la gravedad y la relatividad en condiciones extremas.
El equipo dirigido por Maria Dainotti, profesora visitante en el Centro de Astrofísica de Nevada de la UNLV, ha utilizado modelos de aprendizaje automático para lograr una precisión sin precedentes en la medición de las distancias de estos fenómenos cósmicos. La colaboración entre la NASA y la Universidad de Nevada combinó datos del Observatorio Neil Gehrels Swift de la NASA con algoritmos avanzados de aprendizaje automático, logrando estimar la distancia de 154 GRB largos cuya distancia era previamente desconocida.
El algoritmo utilizado, conocido como Superlearner, combina múltiples modelos predictivos y asigna pesos según su precisión. «La predicción final siempre tiene mejor rendimiento que los modelos singulares», explica Dainotti, subrayando que el Superlearner también descarta algoritmos menos predictivos.
«La investigación y la innovación de seguimiento nos ayudarán a lograr resultados aún más confiables y nos permitirán responder algunas de las preguntas cosmológicas más urgentes», añade Dainotti. Este avance es un testimonio del potencial de la IA para revolucionar nuestra comprensión del universo y de sus procesos más tempranos.
Los resultados de esta investigación han sido publicados en tres estudios en la revista The Astrophysical Journal Letters. Los investigadores están trabajando para que las herramientas de aprendizaje automático utilizadas estén disponibles públicamente a través de una aplicación web interactiva, democratizando así el acceso a estas avanzadas técnicas de análisis.
En palabras del astrofísico Carl Sagan, “en algún lugar, algo increíble está esperando ser conocido”. Gracias a la inteligencia artificial, estamos más cerca de desentrañar los secretos del cosmos.
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