El vocero del arzobispado potosino, Tomás Cruz Perales, expresó su preocupación por la creciente presencia de mujeres y niños pidiendo dinero o vendiendo productos en cruceros, plazas y las afueras de las iglesias en San Luis Potosí. Según el religioso, en muchos casos estas actividades no responden a una necesidad económica genuina, sino a dinámicas de explotación donde los propios padres o figuras familiares obligan a menores y mujeres a trabajar o pedir limosna.
Cruz Perales afirmó que estas situaciones no son nuevas y en algunos casos las familias involucradas ya son conocidas por las comunidades locales. Se observa que menores, en su mayoría mal vestidos y descalzos, son colocados en puntos estratégicos para atraer la atención y solidaridad de transeúntes, mientras que los padres permanecen en el fondo supervisando.
El vocero del Arzobispado potosino expresó que los ponen en cruceros, plazas e incluso siguen a las personas para pedirles dinero. Es un cuadro lamentable que refleja una forma de trabajo forzado que involucra a niños y mujeres, principalmente.
Cruz Perales también señaló casos en los que hombres obligan a mujeres de su familia a vender productos o pedir limosna en las calles. Mencionó un incidente en el que se enfrentó directamente con un hombre que explotaba a dos mujeres en una iglesia, instándolo a “ponerse a trabajar él mismo”.
El vocero destacó que aunque estas prácticas han sido denunciadas en el pasado, no está claro si las autoridades tienen los recursos o la capacidad legal para intervenir de manera efectiva. Hizo un llamado a las instituciones para investigar y actuar en estos casos de posible explotación, que violan los derechos fundamentales de los niños y mujeres involucrados.
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