Como poseído por el demonio, Sebastián Pérez encaró a gritos y maldiciones al subsecretario de Gobierno, Daniel Hernández, reclamaba que desde la administración Carreras se enviarán inconformes contra su jefe, el alcalde de la capital potosina, Xavier Nava.
Era la media mañana del 26 de agosto y en el Centro de Convenciones de SLP se realizaban dos eventos paralelos; la sesión del Congreso del Estado y la entrega de apoyos del programa “Mano a Mano en tu Local“.
Todo parecía transcurrir sin problemas hasta que trascendió que la abogada, Tere Carrizales, víctima de abuso por parte del ayuntamiento capitalino, junto con indígenas mazahuas y comerciantes habían tomado la presidencia del Poder Legislativo exigiendo que los diputados resolvieran la demanda de juicio político que interpusieron contra el alcalde Xavier Nava Palacios.
Por más de una hora los manifestantes se plantaron en la zona asignada a la mesa directiva y desde ahí exigieron justicia y castigo para los abusos que cometen el edil, el propio Sebastián Pérez y el jefe de Seguridad Pública, Edgar Jiménez Arcadia.
El subsecretario de Gobierno, Jorge Daniel Hernández, operaba a toda velocidad para lograr que los legisladores eligieran a Felipe Aurelio Torres como fiscal anticorrupción. Así que, se aplicó en su objetivo y concluida la votación, que perdió por tres votos, se retiro del salón y se dirigió al evento que presidía el gobernador Juan Manuel Carreras. En éste también estaban presentes la presidenta de Canacintra, Leticia Serment, el secretario de desarrollo económico, Gustavo Puente y el secretario del trabajo, Manuel Lozano.
Hernández Delgadillo no se reponía aún del esfuerzo cuando recibió un golpe bajo de Sebastián Pérez que encolerizado y fuera de si reclamaba: “Son chingaderas, parece que ustedes (Gobierno) están moviendo las cosas”, en referencia a la toma de la sesión que hicieron Carrizales, los representantes indígenas y comerciantes.
Por instantes, Sebastián vociferaba todo tipo de reproches y maldiciones, pero Daniel con más oficio político le marco el alto: “Primero, no me gritas hijo de tu chingada madre, ustedes son los que no cumplen los acuerdo con esa gente”.
El dominio de la escena fue entonces para Jorge Daniel mientras Gustavo Puente observaba la pataleta de Sebastián.
Jorge Daniel en diez segundos puso en su lugar al funcionario municipal, experto en hacer mal las cosas para el y para su jefe.
Como congelado por un rayo, escuchaba lo que pausadamente le decía el subsecretario, recordándole que ha sido la autoridad municipal la que violento a Tere Carrizales, margina a los indígenas y todos los días agrede a los comerciantes.
Pérez intentó defenderse: “Pues parece que… “, ¡Parece nada! replico Jorge Daniel, le vas quitando lo de parece, por que nosotros atendemos los problemas del Gobierno no los del Ayuntamiento.
Con mucho camino recorrido, con la experiencia de haber sido Procurador, Secretario General de Gobierno, y un operador político nato, Jorge Daniel se impuso con categoría ante un Sebastián Pérez encumbrado como Secretario General del Ayuntamiento y fontanero de las aspiraciones de Xavier Nava a la gobernatura del estado.
Pasaron tan solo unos minutos que para Pérez fueron una eternidad; otra vez se equivocó o como dicen, en el circulo cercano a Nava, “la cago“. Se fue del lugar como el perrito que se tragó la manteca, con la cola entre las patas.
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