El iceberg A23a, con una superficie que duplica el área metropolitana de Londres, ha comenzado a desplazarse nuevamente tras un largo período de estancamiento, lo que ha generado interés en la comunidad científica.
“Es emocionante ver que el A23a se mueve de nuevo después de períodos en los que estuvo estancado. Nos interesa ver si seguirá la misma ruta que otros grandes icebergs que se han desprendido de la Antártida y, lo que es más importante, qué impacto tendrá esto en el ecosistema local”, señaló Andrew Meijers, oceanógrafo del British Antarctic Survey (BAS).
El A23a se desprendió en 1986 de la plataforma de hielo antártica Eichner, cuando esta se fracturó en tres partes, siendo este iceberg uno de los fragmentos más grandes.