La travesía por ser atendidos en los hospitales del Estado se ha vuelto una tortura para los potosinos, pues la falta de medicamentos, insumos y personal médico imposibilita que las personas enfermas puedan conseguir atención. La secretaría de Salud de San Luis Potosí se lava las manos al afirmar que el el sistema IMSS-Bienestar el encargado de la poerabilidad de los nosocomios, sin embargo, los convenios y estrategias necesarias para mantener un buen control se debieron concretar antes de la transición.
Un caso reciente, en el que un joven indígena de 22 años fue atropellado por un empresario influyente de la huasteca y abandonado en un hospital, comenzó el calvario de la familia, pues aseguran que en cada hospital que visitaron se les negaba la atención, ya sea porque no había medicamento, los médicos especialistas o los insumos necesarios para atenderlo.
El joven se encuentra en peligro de perder una pierna y, a pesar de llevar ya muchos días de hospital en hospital, el pasado 3 de enero fue recibido en el Hospital General de Soledad de Graciano Sánchez, donde tampoco ha sido atendido, lo que agrava su condición día con día.
Este caso no es aislado, pues en meses anteriores se han dado reportes de falta de medicamentos en la Zona Media y Zona Altiplano, además de casos de corrupción y nepotismo. En Rioverde, la jurisdicción sanitaria fue señalada incluso por tirar cajas con medicamento caduco en terrenos baldíos, sin que los distintos secretarios que han desfilado por la Secretaría de Salud hicieran algo al respecto.
Usuarios claman especial atención a esta crisis de atención médica, pues temen que, la falta de insumos, medicamentos y doctores, derive en pérdidas de vidas humanas.
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