Fue reportada una hielera, con una cartulina con mensaje escrito en la misma, se apreciaban manchas de sangre en el contenedor, el aviso se recibió por la mañana en el 911 de atención a emergencias. De inmediato fue pasada la llamada a las diferentes corporaciones policiales y acudieron como primeros respondientes agentes de la Dirección General de Seguridad Pública del Estado.
El lugar fue acordonado por los agentes uniformados y esperaron a la llegada de los agentes de la Policía de Investigación, así como de personal del laboratorio de Criminalística y Servicios Periciales, también se presentó un grupo de militares, ellos serían los encargados de abrir la hielera.
A las personas que se encontraban cerca del lugar se les obligó a retirarse, supuestamente por su seguridad, pues temían pudiese tratarse de un engaño y en el interior hubiese explosivos y alguien podría resultar lastimado.
Se informó luego que serían las autoridades de la Vocería de Seguridad las encargadas de informar de manera oficial lo que el interior de la hielera contenía.
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