La historia de las hermanas Gonzáles’ es una de las historias de bizarras de México, ambas mujeres fueron detenidas en el estado de Jalisco y se les recuerda por ser acusadas de trata de personas y asesinatos. Se les acusó de matar entre 90 y 150 jóvenes, bebés recién nacidos y clientes; se cree que está cifra es mayor ya que no se le comprobó otros delitos de los que las acusaron.
Sus verdaderos nombres eran Delfina, María de Jesús, Carmen y María Luisa, a ellas se les apodó como las Poquianchis y construyeron una red de secuestros y prostitución Sus crímenes los realizaron principalmente en Jalisco y Guanajuato. Las hermanas nacieron en una familia disfuncional, la cual estaba marcada por su padre, un policía del gobierno porfirista que avisaba del alcohol y golpeaba a todos los integrantes de su familia.
En 1938 Carmen se relacionó con un criminal, pero después de unos años se separarían. El tiempo que tuvo una relación como n esa persona, Carmen aprendió todo los necesario sobre los negocios sucios en bares. Cuando los padres de las hermanas fallecieron, utilizaron la herencia para comprar un local que usaron para fundar un burdel.
Con el tiempo las hermanas Gonzáles inauguraron distintos prostíbulos y aunque era un oficio prohibido, crearon lapsos con autoridades y sobornaron a el gobierno de ese entonces. Además, se relacionaron con secuestradores para traer mujeres a sus burdeles de todo el país de México, las personas que obligan a trabajar en sus locales oscilaban entre los 12 y 15 años. Cuando las jóvenes rebasaban los 25 años las asesinaban, algunas trabajadoras antiguas se volvieron cómplices de la trata de personas y sumaban víctimas.
Una víctima de las hermanas Gonzáles’ logró escapar y denunciar todo lo que vivió, fue así como se detuvo a las Poquianchis y de les dictó una sentencia de 40 años. Gracias al testimonio de la víctima también se descubrieron varias fosas clandestinas, ayudando a que las hermanas fueran encerradas.
