El noreste de Estados Unidos se preparaba ayer para una helada histórica, con una sensación térmica que se espera que descienda a -46 grados Celsius en algunos lugares, mientras la lluvia helada en el sur dejó a miles de personas sin electricidad y convirtió las carreteras en pistas de hielo.
El Servicio Meteorológico Nacional pronosticó peligrosas ráfagas de viento helado en una zona que se extendía desde el norte de Pensilvania hasta Maine, a partir de la madrugada de hoy y hasta mañana por la noche.
En el Mount Washington State Park de Nuevo Hampshire, en la cima del pico más alto del noreste, se esperaban vientos helados récord de -78.9 °C y velocidades superiores a 160 kilómetros por hora.
Mientras, Texas y partes del sur se enfrentaban a las secuelas de una tormenta invernal que trajo días de lluvia helada, aguanieve y acumulación de hielo, causando cortes generalizados de electricidad y carreteras peligrosamente resbaladizas en toda la región.