El valor de tener buenos hábitos financieros, se demuestra cuando el contexto monetario se vuelve complicado, visto de esta manera, desde una corta edad, los deben de aprender a cambiar los malos hábitos que no propicien un crecimiento económico.
A continuación se dan a conocer hábitos que deben adquirir los niños para iniciar la inmersión en el mundo económico, con el fin de enseñar y desarrollar en los más pequeños, las aptitudes que los preparen para cuando sean responsables de su propio bienestar financiero.
3 hábitos para comprender la educación financiera desde niños
- Empieza con conceptos financieros básicos: no hay alguna razón para creer que los niños no entienden temas como el ahorro, los gastos o la inversión. Enseñar lo que significa cada uno de estos y explicar cómo funcionan, les ayuda a fortalecer su comprensión del dinero, incluso les facilita asimilar temas más complejos en el futuro.
- Hagan un presupuesto: al tener claros los significados de las conceptos esenciales, será sencillo explicar la diferencia entre gastos necesarios e innecesarios, muchas veces enseñar a los más jóvenes que el dinero no solamente se gasta sin más, les ayuda a entender la importancia de utilizar las herramientas que previamente les han dado, incrementando su capacidad de tomar decisiones financieras y fomentando una buena administración de su capital.
- Pon en práctica lo aprendido en la teoría: que el niño tenga un ingreso, ya sea de manera mensual o semanal, le permite utilizar las herramientas que le han enseñado para entrenar sus habilidades económicas. La ventaja extra de este ejercicio es que así tendrá la oportunidad de empezar un ahorro, y con la ayuda de sus padres para tener un objetivo claro, será cuestión de tiempo para que consiga algo que desea, con su propio esfuerzo.
Esta claro que los niños suelen esperar resultados inmediatos, no obstante, parte de la educación financiera tiene que ver con entender cómo y cuándo se obtienen los beneficios de su esfuerzo.