Hola, soy un murciélago
No chupo tu sangre y no voy a quedarme enredado en tu cabello.
Si por casualidad entro a tu casa, por favor no me golpees con bates ni me saques a escobazos; me duele mucho, y en tales ocasiones, tengo mucho miedo. Fue un accidente y no quería asustarte.
Si aterrizo, es posible que no pueda levantarme y necesite tu ayuda. Solo toma una toalla y sácame con cuidado. Volaré de inmediato, te lo prometo.
Me alimento de mosquitos y muchos otros insectos.
Nuestras casas están siendo desmanteladas para construir otras construcciones y todavía nos quedan algunos lugares adonde ir. Entonces, si estoy volando en tu espacio, apaga las luces y deja la luz exterior encendida con la puerta abierta, saldré en poco tiempo.
Esta es la pequeña cartita de un murciélago a la comunidad potosina que nos comparte Alejandro Loredo, integrante del grupo Guardianes de la tierra, pues hay algunas zonas en las que estos animalitos vuelan y, falsamente, se cree que chupan sangre. Si bien, existen especies que sí lo hacen, en San Luis Potosí no residen estos ejemplares, por lo que no debes temer si ves alguno en tu casa. Lo más probable es que esté más asustado que tú y quiera salir de tu hogar.
Finalmente, y como con todo animal, en caso de mordedura es necesario acudir al médico para evitar infecciones. Hay que recordar que los murciélagos forman una parte muy importante del ecosistema, pues reducen la población de insectos nocivos para el ser humano, como algunas especies de arañas y mosquitos, que transmiten enfermedades peligrosas como el dengue y el zika.
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