La presidenta Claudia Sheinbaum descartó que las explosiones de dos coches bomba en Acámbaro y Jerécuaro, Guanajuato, puedan ser calificadas como actos de narcoterrorismo. Señaló que la próxima semana, durante la presentación del informe mensual de seguridad, se profundizará en la tipificación del terrorismo y los conceptos que lo definen.
En una conferencia presidencial desde Los Cabos, Baja California Sur, el secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, respaldó la postura de Sheinbaum.
Explicó que los ataques en Guanajuato se deben a disputas territoriales relacionadas con el tráfico de drogas. Aclaró que el terrorismo tiene motivaciones religiosas o ideológicas, mientras que en este caso se trata de dos grupos delictivos que compiten entre sí y buscan intimidar a las autoridades.
García Harfuch añadió que estos enfrentamientos podrían estar vinculados con la posible relación de alguna autoridad local con uno de los grupos, o con las acciones de las autoridades en contra de ellos. El conflicto está centrado en la venta de drogas y combustible, lo que genera la confrontación entre ambos bandos.
En relación con los avances de la investigación, el funcionario mencionó que el origen de los estallidos es una disputa entre el cártel Jalisco Nueva Generación y un grupo criminal local. Indicó que el 16 de octubre, la policía de Acámbaro había recuperado un tractocamión y un vehículo robado, así como equipo táctico perteneciente a una organización criminal, lo que provocó amenazas contra el director de la corporación horas después.
El pasado jueves, a las 5:10 de la mañana, se incendió una patrulla municipal en el primer evento violento. Aproximadamente a las seis de la mañana explotó el primer coche bomba frente a la sede policial en Acámbaro, seguido casi de inmediato por otra explosión en Jerécuaro.
La Fiscalía General de la República (FGR) inició una investigación debido al uso de explosivos, en colaboración con las autoridades estatales y municipales.
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