En una sesión maratónica que culminó en la madrugada del 11 de septiembre de 2024, el Senado de México aprobó la controvertida Reforma Judicial propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Con 86 votos a favor y 41 en contra, la reforma fue ratificada tras intensos debates y manifestaciones.
La reforma introduce cambios significativos en el sistema judicial mexicano, destacando la elección por voto popular de jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Esta medida busca aumentar la transparencia y la rendición de cuentas en el Poder Judicial. Además, se contempla la reducción del número de ministros de la Suprema Corte de 11 a 9, y la creación de un Tribunal de Disciplina Judicial y un Órgano de Administración Judicial.
Durante la sesión, manifestantes irrumpieron en el pleno legislativo, lo que obligó a trasladar la discusión a la antigua sede del Senado en la Casona de Xicoténcatl. A pesar de las tensiones y las acusaciones de presiones y chantajes, el voto decisivo del senador Miguel Ángel Yunes, del PAN, permitió la aprobación de la reforma.
La aprobación de esta reforma ha generado reacciones mixtas. Mientras algunos celebran la medida como un paso hacia una mayor democratización del sistema judicial, otros expresan preocupación por la politización de la justicia y el impacto en la independencia judicial.
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