Por segundo año consecutivo en lo que va de este Gobierno del Cambio, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Estado (SSPCE), a través de la Dirección de Prevención y Reinserción Social, celebró el enlace matrimonial de 14 parejas en el Centro Penitenciario Estatal de la capital, en La Pila, con la finalidad de seguir construyendo una sociedad más justa y otorgarle mejores condiciones de convivencia familiar a las Personas Privadas de la Libertad (PPL´s).
El evento fue encabezado y formalizado por Emanuel García, titular de la Oficialía Décimo Quinta del Registro Civil acompañado por el titular del Centro Penitenciario, Roberto Hernández Rangel, quienes coincidieron que esto es parte de las nuevas políticas implementadas por el Gobierno Estatal para devolverle a la población penitenciaria las condiciones de dignidad y fomentar los valores y la unidad familiar.
En el lugar se respiraba un ambiente de mucha tranquilidad, los arrumacos, las emociones y la alegría estaban a flor de piel; los enamorados se abrazaban, se besaban y se demostraban amor entre sí. A la pregunta de ¿es su voluntad unirse en legítimo matrimonio?, todos y todas respondieron con un “sí”.
Edgar Eduardo N. y Casandra N. fueron los encargados de firmar el acta de matrimonio de forma simbólica en representación de la totalidad de las y los contrayentes, en medio de esta sencilla pero emotiva ceremonia.
“Es cierto que habrá buenos y malos momentos, lo importante es aprender a resolverlos juntos día a día como la familia que hoy están formalizando, hoy se funden sus corazones en un sólo latir e inician un camino juntos en el que tienen la obligación de ayudarse a crecer y ser mejores personas”, sostuvo Emanuel García.
No existiendo ningún impedimento legal para la celebración de las uniones se declaró a nombre del Estado y ante la sociedad a las parejas unidas en legítimo matrimonio para enseguida darse un prolongado beso. También hubo intercambio de anillos y se explicó su significado.
Para concluir la ceremonia, se ofreció un ameno banquete, pastel y agradables momentos de convivencia para las y los festejados. Todos los y las asistentes, entre familiares y amigos de los contrayentes fueron abandonando poco a poco el espacio, las parejas se fundieron en un abrazo, sabiendo el nuevo rumbo que tomarán sus vidas a partir de ahora; siendo el uno para el otro.