El Gobierno holandés de Mark Rutte ha presentado este viernes su dimisión en bloque tras la polémica provocada por las ilegalidades administrativas en la asignación de las ayudas a familias con hijos, principalmente de origen migratorio, que llevó a muchos a endeudarse para devolver a la agencia tributaria lo recibido durante años, informan los medios locales y confirma la televisión holandesa NOS.
Rutte informará al rey Guillermo Alejandro la decisión y ofrecerá una conferencia de prensa más tarde.
La decisión se produce luego de que una investigación parlamentaria del mes pasado hallara que burócratas del servicio tributario, con supervisión del gobierno, habían llevado a miles de familias, en su mayoría de origen turco y marroquí, a la ruina financiera con acusaciones infundadas de fraude.
Los primeros casos se remontan a 2014, cuando la Agencia Tributaria empezó a enviar cartas a más de 26.000 familias acusándolas sin fundamento de fraude para obtener ayudas con las que pagar las guarderías de sus hijos, y les exigieron devolver decenas de miles de euros recibidos en prestaciones en plazos que no superaban las semanas, lo que llevó a muchos perder su casa, trabajo y a endeudarse para reunir el dinero.
Las autoridades fiscales, que seguía bloqueando las ayudas a pesar de que las familias enviaban los documentos necesarios para justificar su necesidad de obtener la prestación, no daban explicaciones a los afectados, demostrándose más tarde que eran en su mayoría familias de origen extranjero las que fueron objeto de esta medida, y que su segunda nacionalidad estaba señalada en los documentos oficiales, algo ilegal por discriminatorio.
Un comité parlamentario formado para investigar lo ocurrido concluyó que se había cometido una “injusticia sin precedentes” contra los padres y que recibieron un “trato institucionalmente sesgado”, lo que “viola los principios del Estado de derecho”.
Con información de agencias y medios locales
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