El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, expresó su desacuerdo con el plan migratorio que se discute en el Senado de Estados Unidos durante una llamada telefónica con el mandatario estadounidense, Joe Biden, el martes.
Durante su conferencia matutina, López Obrador señaló que el plan, que incluye cerrar la frontera y expulsar a México a solicitantes de asilo, «no va a funcionar» y está más vinculado a intereses electorales que a una política migratoria efectiva.
El presidente mexicano reveló que Biden lo contactó el fin de semana pasado en medio de las negociaciones bipartidistas en el Senado estadounidense. Este miércoles, se espera una votación sobre una propuesta que podría aumentar las restricciones migratorias y revivir políticas implementadas durante la administración de Donald Trump.
López Obrador expresó su preocupación por el uso de México como «moneda de cambio» en las negociaciones políticas de EE.UU., especialmente cuando los republicanos vinculan las restricciones fronterizas con el apoyo militar para otros países.
El presidente mexicano calificó la medida de cerrar la frontera como una «propaganda político-electoral» destinada a engañar a los estadounidenses y criticó su viabilidad a largo plazo, argumentando que sería insostenible tanto para los ciudadanos como para las empresas.
Durante la llamada con Biden, López Obrador presentó diez propuestas sobre migración, incluida la regularización de mexicanos que llevan más de cinco años trabajando en Estados Unidos y la solicitud de fondos para países pobres de América Latina. También abogó por el levantamiento de sanciones a Venezuela y el fin del bloqueo a Cuba, entre otras medidas.
El presidente mexicano instó a mantener la cooperación entre ambas naciones y respetar la soberanía de cada país como parte fundamental de cualquier acuerdo bilateral.
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