El asesinato de Jesús Pérez Alvear, exrepresentante del cantante Gerardo Ortiz, ocurrido el pasado 4 de diciembre en Plaza Miyana, Polanco, ha reavivado las controversias que rodean al intérprete de música regional mexicana. Estados Unidos había señalado a Pérez Alvear, conocido como «Chucho Pérez», por sus nexos con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
La discográfica DEL Records, que representaba al cantante, fungió como un posible vínculo entre el narcotráfico y la industria musical. En junio de 2022, el CEO de DEL Records, José Ángel del Villar, y su socio Luca Scalisi, fueron detenidos por el FBI, acusados de colaborar con Pérez Alvear para el lavado de dinero procedente del CJNG.
De acuerdo con un comunicado emitido por las autoridades estadounidenses en 2018, Pérez Alvear utilizaba su empresa de promoción musical para lavar ganancias ilícitas del narcotráfico mediante la organización de conciertos y eventos, mezclando ingresos legítimos con dinero proveniente de actividades ilícitas. Este esquema involucraba ferias mexicanas y generaba recursos a través de la venta de boletos, estacionamiento y otros servicios.
Durante el tiempo en que Gerardo Ortiz era representado por DEL Records, se estableció una relación directa entre Ángel del Villar y Pérez Alvear para organizar conciertos en México, a pesar de las advertencias legales sobre esta asociación. El juicio de Del Villar y Scalisi está programado para marzo de 2025, mientras que Ortiz sigue enfrentando preguntas sobre su conocimiento de estas actividades.