Un estudio reciente llevado a cabo en Suecia ha revelado que las personas que padecen trastorno de ansiedad por enfermedad, una condición caracterizada por una preocupación excesiva por la salud, tienen una esperanza de vida más corta en comparación con aquellos que no sufren esta afección.
Este trastorno, antes conocido como hipocondría, se define por una preocupación excesiva y persistente por la posibilidad de padecer una enfermedad grave, incluso cuando no hay evidencia médica que la respalde. Aunque puede parecer irracional, esta preocupación puede llevar a visitas frecuentes al médico o, en algunos casos, a evitar completamente las consultas por miedo a un diagnóstico desfavorable.
El estudio, que siguió a más de 42.000 personas durante dos décadas, encontró que aquellos con trastorno de ansiedad por enfermedad tenían un riesgo significativamente mayor de muerte en comparación con aquellos que no padecían la afección. En promedio, las personas con este trastorno fallecían cinco años más jóvenes que aquellos sin él.
Las causas de esta mayor mortalidad son diversas. Por un lado, se observó un aumento en el riesgo de muerte por causas naturales, especialmente por enfermedades cardiovasculares y respiratorias. Además, el riesgo de suicidio entre las personas con este trastorno fue al menos cuatro veces mayor que entre aquellos que no lo padecían, lo que sugiere una fuerte asociación con trastornos psiquiátricos.
El estudio también reveló que el consumo de alcohol, tabaco y drogas era más común entre las personas ansiosas y aquellas con trastornos psiquiátricos, lo que podría contribuir a un mayor riesgo de mortalidad.
Los hallazgos subrayan la importancia de prestar atención a los problemas de salud mental subyacentes en los pacientes y de evitar estigmatizar sus preocupaciones. Aunque pueda parecer exagerada, la ansiedad por la salud puede ser un síntoma de una condición médica subyacente que requiere atención médica.
El estudio, sin embargo, también plantea preguntas sobre la atención médica que se brinda a las personas con trastorno de ansiedad por enfermedad y destaca la necesidad de una mayor sensibilidad por parte de los profesionales de la salud.
En resumen, si bien la preocupación por la salud puede ser una señal de vigilancia importante, un exceso de preocupación puede tener consecuencias negativas para la salud y la esperanza de vida. Es crucial abordar este trastorno de manera adecuada y compasiva para garantizar el bienestar de quienes lo padecen.
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