Villa de Reyes S.L.P.- El pueblo de Villa de Reyes impuso la razón y dobló a la presidenta municipal, Erika Briones, quien inició las obras de clausura de una acequia sin consultar a vecinos ni comerciantes que se inconformaron, salieron a la calle y le hicieron ver el peligro que correría el pueblo si se tapaba el canal de aguas pluviales y también, de aguar negras.
Con razones, vecinos de la zona del mercado le dijeron a la alcaldesa y a su equipo de colaboradores que ponían en riesgo de muerte a los vecinos de la zona ante una potencial lluvia y las bajadas de agua que no encontrarían salida.
Madres de familia, comerciantes, adultos mayores intentaban explicarle a la edil y sus colaboradores pero Alfredo Tellez, el mandamás del Ayuntamiento quiso controlar a gritos a los inconformes que exigían ver el proyecto y que señalaban con insistencia la necesidad de limpiar y desazolvar el canal, no de taparlo porque entonces el problema se agravaría en lugar de resolverse.
Briones, sin argumentos porque no conoce el pueblo, como le dijeron los vecinos de la zona, intentaba explicar que la intención era atender el problema de salud pero su colaborador, Alfredo Téllez, a unos metros discutía a gritos con un grupo de los inconformes.
«Nosotros somos de aquí señorita» le decía una mujer de cabello cano, este es un canal natural, lo que necesitamos es que lo limpien y queremos conocer el proyecto.
Como justificación los funcionarios fuereños, casi todos con domicilio en San Luis Potosí o Soledad decían a la gente y a la propia alcaldesa que el responsable de la obra, un ingeniero del cual no proporcionaron el nombre, no había acudido a trabajar y que los albañiles por su iniciativa comenzaron a tapar la acequia.
Finalmente con el rostro crispado, la alcaldesa informó a los inconformes que suspendería la obra «no pasa nada» decía con voz chillona» intentando por enésima vez convencerlos de que era bueno para el pueblo tapar la acequia.
Al concluir la jornada, ganó el pueblo, doblaron a la alcaldesa Erika Briones y exhibieron los caprichos de sus colaboradores por realizar una obra mal planeada que significaría un peligro para la población.
La gente se quedó con los gritos y amenazas de Alfredo Tellez Castañeda. , el mandamás del Ayuntamiento villareyense.